Bueno pues ya fui y ya vine de Edimburgo. ¿Y sabes qué te digo? que no sé qué le ven, a mí no me gustó. Hordas de turistas, scènes de ménage, reclamaciones salariales in english, frío, humedad… igual no son las mejores condiciones para apreciar la ciudad, pero no me gustó.
No obstante, si alguien tiene la desgracia de ir, hay cosas que merecen la pena, like this:
Gracias a esta tienda he aprendido lo que significa “upholstery” . Me pegaba al escaparate todos los días al pasar por delante. http://www.beseated.co.uk/
O ésta: http://www.walkerslater.com/
Edimburgo es un paraíso basurilla, hay montones de tiendas de muebles de segunda mano, muy chulos y bien de precio. Y también recomiendo dar paseos en bus urbano, en el piso de arriba. Se ve muy bien la ciudad y es cómodo y económico. Así disfrutaban una familia de vascos que nos encontramos en un bus. Los papás y cuatro niños, guapísimos los seis, parecían salidos de un catálogo de North Face. Porque nos hablaron en castellano, si no hubiéramos pensado que eran nórdicos.
El resto del mes guardias y más guardias… Prefiero no pensarlo que me cabreo.
Así que otro verano sin hacer lo que me gustaría, pasarlo en la tumbona leyendo todos los libros que me diera tiempo. A ver si llego a vieja y entonces puedo.
Menos mal que está la Enana y sus cuentos de la gelatina invasora.
Bicos.